martes, 1 de julio de 2014

CUENTO PARA PRÍNCIPES QUE ASPIRAN A SER RANAS

Los SOLOS, condenados a estar SOLOS o premiados a estarlo, serán eternos pero no heredarán nada. Son Ogros, Monstruos y Gigantes disfrazados de arlequines, mimos o payasos. Con su melancolía y su secuela, la risa, esconden el alma sin saber que ya no tienen, por no usarla. No sienten, se engañan y mantienen en pie su cuerpo camuflado a base de orgullo y olvido. Se saben sus defectos, se regocijan de ellos pero son incapaces de reconocer los nuestros; no por bondad o discreción, sino por una soberbia falta de interés.
Una vez se encontraron dos SOLOS: un payaso gigante y un arlequín monstruoso. El primero miró hacia abajo y a sus pies vio al arlequín, empequeñecido además por mirarlo desde tan alto. Lo observó con prudencia y le pareció que este intentaba decir algo. El arlequín lo miraba atento. El payaso se agachó para percatarse de que aquel estaba SOLO. Después de simulacros de comunicación e intentos de disimular su torpe aspecto, el Gigante disfrazado se arrancó la máscara invitando al otro a hacer lo mismo. El arlequín, sin quitársela, admitió: "sí, soy un monstruo". El gigante sentenció: "pues yo, un payaso"...

jueves, 7 de junio de 2007

Instrucciones para dar un abrazo

Poner cálidamente el brazo derecho

Sobre el hombro izquierdo del adversario.

Después colocar el otro brazo que nos queda

(A menos que seamos privilegiados) bajo su axila,

Atravesando esa zona tan íntima y olvidada

Como quien atraviesa una selva virgen.

Por fin, apretarnos la una contra el otro

Hasta que no quedemos ni tú, ni yo,

Solamente nuestro abrazo

Para que bebamos la rubia cerveza

Para que un día nos queden unos cuantos recuerdos […]

Es necesario no asustarse de partir y volver, camaradas.

Raúl González Tuñón

Porque la magia existe

La rubia cerveza del pescador

Ha vuelto a mis manos

O casi mejor decir

Que mis manos han vuelto a ella

Como el hijo pródigo – hija prodiga que nunca se fue del todo

Y ahora,

Me pareció la cosa más bonita del mundo

Ahora sí puedo decir

Que estuve en tal pasión – o estuvimos,

Y estuve en tal recodo – o estuvimos

Después de tanto camino

La vida me parece una experiencia asimilable

Y en cuanto al amor…

Sé que está ahí

aunque sigo sin entenderlo

Para que bebamos la rubia cerveza

No debo pasar por alto

Que las cosas que antes me importaban

Hoy me importan más

Y las que no,

Hoy me importan un poquito

Calles sin nombre


Desde donde estaba el arbolito,

Doce cuadras al sur

Y seis varas a la izquierda

Se llenan de besos Ángel y Juanita

En Nicaragua.

Desde la calle cuarenta y dos

Se pasean Tono y Morrison por un parque

Entre la quinta y la sexta avenida

En Nueva York.

Morrison es un perro.

miércoles, 2 de mayo de 2007

expo 2006

expo 2006

expo 2006